
Cuando una planta sufre esta enfermedad, salen unas manchas de color amarillo en las hojas, además, los frutos pueden no crecer en caso de estar afectados.
No existe una cura para el mosaico del pepino. Se tienen que destruir las plantas que hayan sido muy dañadas y controlar los áfidos, puesto que son el principal motivo por el cual la enfermedad se contagia a los cultivos, y siendo el caso de que tenemos esta enfermedad en nuestro cultivo, es de vital importancia acabar con ellos antes de que traspasen esta enfermedad al resto de plantas de nuestro cultivo.