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Lengua Castellana: El lenguaje y sus funciones

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Los seres vivos se comunican entre ellos de formas muy diversas. Las diferentes especies de animales efectúan una serie de signos para comunicarse con sus semejantes: algunos ejemplos sencillos son las emisiones de sonidos o movimientos y actuaciones que realizan algunos animales para informar de una situación de peligro, cuando un animal marca el territorio, cuando solicitan la presencia de los padres o cuando comunican de algún modo que están en celo... El gorjeo de los pájaros, los berridos de los animales, movimientos de la cola o de las orejas, todo eso son signos que constituyen el lenguaje de algunos animales con el cual se comunican entre ellos.

Las personas nos comunicamos mediante el lenguaje, que es la capacidad que tenemos para comunicarnos mediante palabras habladas o escritas.

Tenemos dos tipos de lenguajes distintos:
El lenguaje verbal: En el cual se utiliza la palabra hablada o escrita.
El lenguaje no verbal: En el cual se emplean signos diferentes a las palabras (los gestos, las miradas, el código morse, las señales de tráfico, etc.).


La comunicación no verbal:
La comunicación no verbal se efectúa mediante signos, gestos, imágenes, movimientos corporales, sonidos, etc., los cuales acompañan, completan o incluso cambian o reemplazan el lenguaje verbal.

Dentro de la comunicación no verbal, podemos distinguir:

 - Las señales que van acompañadas del lenguaje verbal, como es el caso del tono de voz, los movimientos, la distancia entre los hablantes, los gestos...

 - Los diversos tipos de lenguajes icónicos, como en el caso de los signos que usan los sordos, el sistema braille usado por los ciegos, el código morse o el código de banderas entre los barcos, entre muchos otros.

Cuando hablamos utilizamos elementos no lingüísticos sin darnos cuenta, lo hacemos para complementar nuestras palabras, algunos de ellos son la entonación, el ritmo o pausas, el timbre de la voz, los gestos, los movimientos del cuerpo y de la cara, las miradas... La mayoría de los gestos no son universales, por lo que cada sociedad puede tener su propio código. Para interpretar adecuadamente el mensaje, es necesario tener conocimiento de este código cultural.


Lengua y habla:
El lenguaje humano es la capacidad que los seres humanos tenemos para comunicarnos mediante palabras habladas o escritas.

Esta capacidad se expresa a través de códigos verbales diferentes que las comunidades de hablantes conocen y emplean. Se trata de las diversas lenguas, como es el caso del francés, el inglés, el chino, el español, etc.

La lengua es el código verbal utilizado por un grupo de personas en concreto para comunicarse. Todas las lenguas son códigos compuestos por signos que se combinan siguiendo unas normas.

Cada lengua tiene un código distinto, por lo cual es imposible comunicarse en una lengua sin conocer su código.

El habla es la forma individual en que cada persona utiliza la lengua. Se trata de un acto individual. A pesar de utilizarse el mismo código, cada persona habla a su propia manera, por ejemplo, una persona adulta habla de una forma diferente que un niño, un andalúz que un catalán, un jardinero que un ingeniero, una persona con su pareja que con su jefe, pese a que todos utilicen la misma lengua para hablar.


El lenguaje y sus funciones:
Las personas hacemos uso del lenguaje con intenciones muy distintas: mostrar alegría o enfado, dar órdenes, contar historias e incluso enviar mensajes con el objetivo de que la comunicación no acabe. Todos estos propósitos son las funciones del lenguaje, es decir, las diversas utilidades para las que empleamos el lenguaje.

Es posible clasificar las diversas funciones del lenguaje en los siguientes seis grupos:


Función representativa o referencial:
La función representativa o referencial es la básica del lenguaje humano, puesto que con ella representamos y simbolizamos la realidad que nos rodea, o sea, el contexto.

Cuando en un mensaje prevalece la función representativa, en éste se expresan contenidos objetivos, donde no se deja ver nada de la interioridad del emisor.

Desde un punto de vista preciso, podemos decir que esta función se caracteriza por:
 - La utilización casi exclusiva del léxico de carácter denotativo: tengo tu bolígrafo.
 - La abundancia de verbos en modo indicativo: Javier estudia geografía.
 - La entonación neutra.
 - La falta de elementos connotativos.


Función expresiva o emotiva:
La función expresiva o emotiva es aquella en la cual el emisor no sólo transmite una información sobre un asunto, sino que también manifiesta su estado de ánimo o sus sentimientos. Es propia del lenguaje coloquial.

Formalmente es característica por:
 - La inserción de elementos afectivos de todo tipo (despectivos, diminutivos, aumentativos): ¡Qué cosita más pequeña!, ¡Vaya nubarrón!, ¡Menuda rampa!.
 - La utilización de interjecciones y exclamaciones: ¡Oh!; ¡Preciosa mía!.
 - El empleo del subjuntivo con valor desiderativo: ¡Quien estuviese aquí!; ¡Ojalá aprobemos el examen!.


Función conativa o apelativa:
La función conativa o apelativa se orienta al receptor. Con esta función, el emisor logra crear una influencia en el comportamiento del oyente, modificándola de alguna forma.

Es la función que predomina en los mandatos, consejos, preguntas y generalmente en toda clase de mensajes que tengan como objetivo influenciar el comportamiento de alguien. Se trata de la función típica en la publicidad y en la propaganda ideológica.

Formalmente es característica por:
 - El uso del imperativo verbal: Abre la botella; Ponte bien el sombrero.
 - El uso del vocativo: ¡Eh, tú, ven aquí!; Carlos, date prisa.
 - Las formas interrogativas: ¿Qué haces?; ¿Va todo bien?. Con las formas interrogativas también podemos pedirle a alguien que haga algo, resultando ser una forma más educada de hacerlo, en lugar de utilizar el imperativo.


Función fática o de contacto:
La función fática o de contacto se utiliza en los mensajes que sirven para asegurar que el canal funciona correctamente y que el mensaje llega sin interrupciones.

Esta función se caracteriza por:
 - Todas las expresiones cuya intención es comprobar que el oyente está escuchando, o bien demostrar al hablante que se le está escuchando (generalmente se forman por una sola palabra): Sí..., sí..., sí...; Ya; ¡Claro!; ¿Sabes?; ¿Hola?; Ajá.
 - Las fórmulas de cortesía: Buenas tardes; ¿Qué tal?; Por favor; Gracias; Un gusto; Encantado de conocerle.


Función metalingüística:
La función metalingüística es un caso singular de la función representativa, la cual se centra en el código de la lengua. Esta función es la utilizada cuando empleamos la lengua para hablar de ella misma, o sea, cuando la lengua se toma a sí misma como referente.

Tiene lugar en las definiciones gramaticales o cuando explicamos el significado de una palabra: La calculadora es un aparato que realiza operaciones matemáticas. Se trata de una función propia de las lenguas naturales; no existe ningún código artificial con la capacidad de referirse a sí mismo.


Función poética o estética:
La función poética o estética actúa sobre el mensaje, sin darle importancia a su contenido. Esta función tiene lugar siempre que el objetivo sea que el receptor preste su atención a la forma en que el mensaje ha sido codificado, o sea, que contemple en cómo se dice en lugar de en qué se dice.

Se trata de la función que predomina en la literatura, aunque también se presenta en el lenguaje coloquial, por ejemplo, cuando decimos frases del tipo "Marear la perdiz; Comerle a uno el coco..." y de forma muy relevante en la publicidad para atraer la atención de las personas, es decir, de los receptores a los cuales el mensaje va dirigido, como cuando vemos el típico anuncio en lucha contra el abandono de animales, con la frase "No lo abandones, él nunca lo haría".

En la función poética, los recursos formales más productivos son:
 - Las figuras retóricas, como en el caso de las metáforas (Eres un cielo), las paradojas (Si quieres paz, prepárate para la guerra) o las metonimias (El cuello de la camisa; Un Rioja).
 - La repetición (un claro ejemplo es la rima, que es muy presente en el lenguaje poético, se trata de un caso típico).


Las funciones del lenguaje no suelen encontrarse casi nunca en estado puro dentro de un mensaje, sino que se presentan varias funciones combinadas.

Teniendo en cuenta que la función representativa es la básica del lenguaje humano, es muy común encontrarla en gran parte de los mensajes que son emitidos.

En todos los mensajes existe una función predominante sobre el resto y otras funciones que son las secundarias, esto depende del propósito comunicativo del emisor. 

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