La higuera es un árbol muy resistente que aguanta viva en los jardines mucho tiempo después de que el césped y los muros hayan desaparecido. Los frutos que producen son de antiguo linaje, hecho que otorga un gran efecto decorativo al huerto.
No suelen crecer bien cuando se cultivan en zonas demasiado frías, y necesitan ser resguardadas del viento.
Pueden cultivarse bien en invernaderos o extendidos en forma de abanico sobre una soleada pared. Pierden las hojas en invierno, aunque esto no significa que dejen de ser decorativos para nuestro jardín.
El cultivo de los higos:
Si disponemos de un espacio limitado, podemos plantar la higuera en un macetón y ponerla en una esquina resguardada. Es posible que hayamos observado alguna vez un árbol inclinado, esto provoca que se extienda mucho más.
Suelo y sitio para las higueras:
Las higueras son comúnmente plantadas en las urbanizaciones debido a su follaje arquitectónico. Son árboles muy tolerantes, hecho que puede observarse por la forma en que crecen en las grandes ciudades a pesar de todos los gases y contaminación al que están expuestas. Requieren de sol y protección para fructificar, es suficiente con un muro resguardado o con un invernadero fresco.
Plantación de las higueras:
Si vamos a plantar higueras, lo mejor es hacerlo en invierno. Al norte de Europa normalmente dan demasiadas ramas nuevas. Tienen una mejor fructificación si no dejamos crecer demasiado las raíces. Procederemos a cavar un hoyo con una profundidad y anchura de 1 metro y, más tarde, cubriremos la base y las paredes con ladrillos o placas de cemento. Cuando plantemos la higuera mezclaremos la tierra con mucha harina de huesos.
Cuidados del día a día:
A finales de la primavera procederemos a acolchar con una gruesa capa de estiércol. Debemos regarlas si el clima es seco, y también mientras la fruta se está desarrollando, pero no demasiado cuando los higos estén madurando, puesto que podrían abrirse.
La poda de las higueras:
A mediados de la primavera cortaremos los brotes afectados por las heladas y también los que sean demasiado espesos, después procederemos a atar algunos tallos en abanico. En caso de verlo necesario, podemos volver a aclarar las ramas a mediados del verano. Es una excelente idea cortar una de las ramas más viejas cada año para lograr que el árbol produzca más brotes productivos en la base.
Producción en la recolección de las higueras:
Existen dos factores fundamentales que determinarán la calidad y cantidad de las cosechas: la edad del árbol y el clima del invierno. Normalmente están listos para ser recolectados a finales del verano o comienzos del otoño. Debemos esperar hasta que la fruta cuelgue de su tallo, cuando la piel se le comienza a abrir y le cuelga una gota de néctar.
Consejos para mejorar la producción de higos:
Existe un método poco conocido pero eficaz para hacer que una higuera produzca más frutos. Consiste en dejar los brotes nuevos con sólo 5 o 6 hojas en verano, de este modo estaremos haciendo que la higuera no utilice sus energías para producir brotes nuevos innecesarios y se centra más en la producción de frutos.
Enfermedades y plagas de las higueras:
La higuera es un árbol muy resistente a plagas y enfermedades, aunque es posible que los brotes jóvenes se vean afectados por Botrytis, pudiendo provocar también que la fruta se pudra.
Variedades más cultivadas por los horticultores:
“White Marseilles”: Produce frutos de color verde pálido y pulpa opalescente.
“Brown Turkey”: Es la más resistente de las variedades de higueras, sus frutos son de color marrón y la pulpa es de color rojo oscuro.
No suelen crecer bien cuando se cultivan en zonas demasiado frías, y necesitan ser resguardadas del viento.
Pueden cultivarse bien en invernaderos o extendidos en forma de abanico sobre una soleada pared. Pierden las hojas en invierno, aunque esto no significa que dejen de ser decorativos para nuestro jardín.
El cultivo de los higos:
Si disponemos de un espacio limitado, podemos plantar la higuera en un macetón y ponerla en una esquina resguardada. Es posible que hayamos observado alguna vez un árbol inclinado, esto provoca que se extienda mucho más.
Suelo y sitio para las higueras:
Las higueras son comúnmente plantadas en las urbanizaciones debido a su follaje arquitectónico. Son árboles muy tolerantes, hecho que puede observarse por la forma en que crecen en las grandes ciudades a pesar de todos los gases y contaminación al que están expuestas. Requieren de sol y protección para fructificar, es suficiente con un muro resguardado o con un invernadero fresco.
Plantación de las higueras:
Si vamos a plantar higueras, lo mejor es hacerlo en invierno. Al norte de Europa normalmente dan demasiadas ramas nuevas. Tienen una mejor fructificación si no dejamos crecer demasiado las raíces. Procederemos a cavar un hoyo con una profundidad y anchura de 1 metro y, más tarde, cubriremos la base y las paredes con ladrillos o placas de cemento. Cuando plantemos la higuera mezclaremos la tierra con mucha harina de huesos.
Cuidados del día a día:
A finales de la primavera procederemos a acolchar con una gruesa capa de estiércol. Debemos regarlas si el clima es seco, y también mientras la fruta se está desarrollando, pero no demasiado cuando los higos estén madurando, puesto que podrían abrirse.
La poda de las higueras:
A mediados de la primavera cortaremos los brotes afectados por las heladas y también los que sean demasiado espesos, después procederemos a atar algunos tallos en abanico. En caso de verlo necesario, podemos volver a aclarar las ramas a mediados del verano. Es una excelente idea cortar una de las ramas más viejas cada año para lograr que el árbol produzca más brotes productivos en la base.
Producción en la recolección de las higueras:
Existen dos factores fundamentales que determinarán la calidad y cantidad de las cosechas: la edad del árbol y el clima del invierno. Normalmente están listos para ser recolectados a finales del verano o comienzos del otoño. Debemos esperar hasta que la fruta cuelgue de su tallo, cuando la piel se le comienza a abrir y le cuelga una gota de néctar.
Consejos para mejorar la producción de higos:
Existe un método poco conocido pero eficaz para hacer que una higuera produzca más frutos. Consiste en dejar los brotes nuevos con sólo 5 o 6 hojas en verano, de este modo estaremos haciendo que la higuera no utilice sus energías para producir brotes nuevos innecesarios y se centra más en la producción de frutos.
Enfermedades y plagas de las higueras:
La higuera es un árbol muy resistente a plagas y enfermedades, aunque es posible que los brotes jóvenes se vean afectados por Botrytis, pudiendo provocar también que la fruta se pudra.
Variedades más cultivadas por los horticultores:
“White Marseilles”: Produce frutos de color verde pálido y pulpa opalescente.
“Brown Turkey”: Es la más resistente de las variedades de higueras, sus frutos son de color marrón y la pulpa es de color rojo oscuro.