
Hallar el albaricoque perfecto no es tarea sencilla. En muchas ocasiones, en lugar de parecer que estamos comiéndonos un albaricoque, más bien parece que estamos masticando algodón. Cuando se trata de albaricoques de buena calidad, éstos tienen un exquisito sabor; sin embargo, en climas fríos es necesaria la ayuda de un muro cálido para que éstos puedan tener una perfecta maduración. A pesar de que el albaricoquero no está expuesto a la abolladura de la hoja, existen posibilidades de que éste muera de forma repentina. Generalmente, las ramas más fuertes son las primeras en secarse. Este problema es sabido desde que los albaricoques fueron introducidos en Gran Bretaña durante el reinado de enrique VIII.
En la época eduardiana, los expertos jardineros sugirieron que se tenía que podar la raíz para frenar la velocidad con que crecen. La antigua variedad "Moor Park", llevada a Inglaterra en el año 1760 por Lord Anson, es más susceptible a este problema en comparación a las variedades más modernas.
Cultivo del albaricoquero:
Los comerciantes de seda se llevaron el albaricoquero desde China hasta Armenia. Este árbol necesita Inviernos fríos y primaveras tempranas para tener un buen crecimiento. Más tarde, requiere de un verano largo y cálido para que la fruta madure. Soporta, aunque con poco margen, los veranos del norte de Europa, pero en exterior está mejor en los climas cálidos.
Suelo y sitio para plantar los albaricoqueros:
El suelo donde queramos hacer nuestro cultivo de albaricoqueros debe estar bien drenado, aunque no demasiado bien abonado. Plantaremos el árbol en un muro soleado y caldeado, donde pueda darle forma de abanico.
Plantación del albaricoque:
Plantar a finales del otoño. Un árbol que ya ha crecido por completo y en forma de abanico acostumbra a extenderse unos 3,5 metros. En caso de plantar más de uno, debe haber una separación de 30 centímetros de la pared y con los troncos inclinados a ella. Ataremos las ramas a cañas o alambres extendidos entre dos ganchos.
La polinización de los albaricoqueros:
Los albaricoqueros son árboles que se autofecundan, aunque florecen temprano, en muchas ocasiones a finales del invierno. Se deben proteger los árboles de las heladas, cuando éstos se encuentran al aire libre, con una red muy tupida. En caso de que no haya insectos, es necesario polinizar las flores a mano con un pincel de cerdas finas.
Cuidados del día a día:
Deben regarse muy abundantemente durante los veranos secos para que la fruta crezca. Se tienen que arrancar las malas hierbas que crecen alrededor del árbol, pero no debemos perturbar sus raíces cavando profundamente. Aclararemos los frutos a intervalos durante mediados y finales de primavera, con el fin de lograr una separación entre ellos de unos 10 centímetros más o menos.
La poda de los albaricoqueros:
Tenemos que podar para obtener una serie de brotes de fructificación con una separación de 15 centímetros a lo largo de las ramas de un árbol en abanico. Para hacerlo, cortaremos oblicuamente los brotes laterales de las ramas principales a principios del verano y dejaremos una separación de 7 centímetros entre los brotes bien situados. Se debe cortar cualquier brote que salga de estos laterales para dejar solamente una hoja. Intentaremos atar las ramas nuevas en los extremos de las ramas principales con el fin de mantener la forma de abanico.
Debido a que la fruta crece en los tallos que se formaron en la anterior temporada, eliminaremos, en el caso de los árboles adultos, varias ramas viejas a comienzos de la primavera para que cada año crezcan nuevos brotes.
Producción en la recolección de los albaricoques:
Un albaricoquero en forma de abanico tiene una producción de 9 kilos de fruta aproximadamente, mientras que los que son a todo viento producen el doble. Recolectaremos los albaricoques cuando el pedúnculo se separe de la rama fácilmente (con delicadeza, puesto que se magullan con facilidad). Si se encuentran en un sitio fresco, aguantan dos o más semanas.
Enfermedades y plagas de los albaricoqueros:
El mayor inconveniente para los albaricoqueros es la languidez, que además no tiene cura. Debemos elegir variedades resistentes y evitar abonarlas de forma excesiva.
Es posible que a finales del verano sufran roya.
Variedades más cultivadas por los horticultores:
Ordenados por orden de maduración:
"New Large Early": Es más temprano y de un tamaño mayor que "Moor Park", con buena resistencia a la languidez.
"Moor Park": Es muy cultivada por su exquisito sabor, sin embargo tiende a languidecer.
"Alfred": Los frutos que produce este albaricoquero son jugosos y la carne es de color anaranjado. Es resistente a la languidez, sin embargo suele dar cosechas bienales.