
La tarea de arrancar las patatas puede resultar muy divertida, puesto que nunca podemos saber el tamaño de la patata porque éste no depende de cómo sean los tallos o las hojas. En ocasiones las patatas pueden juntarse tanto que parecen un nido de huevos de pato. Sin embargo, es posible que al cavar una zanja nos encontremos con que las babosas u otra plaga ya se ha encargado de comerse las patatas.
Las patatas no son un cultivo decorativo, sin embargo es un cultivo muy cómodo. En la actualidad se han vuelto a cultivar variedades que hace muchos años se habían dejado de cultivar. Es muy buena idea probar nuevas variedades cada año.
Existen tres clases de patatas: las patatas muy tempranas, las patatas tempranas y las patatas de cultivo principal, las cuales se recolectan cada una en su temporada, desde mediados del verano hasta el otoño.
El cultivo de las patatas:
Las patatas muy tempranas tardan en madurar entre 14 y 16 semanas, las tempranas tardan entre 16 y 17 semanas y las de cultivo principal tardan entre 18 y 20 semanas. Las que se recolectan más tarde son las más abundantes. Elegiremos distintas variedades, considerando que las mejores para los huertos pequeños son las muy tempranas. Podemos sembrar patatas en macetas, pero no debemos poner más de 2 plantas en una maceta que no supere los 30 centímetros de anchura y de profundidad.
Suelo y sitio para el cultivo de las patatas:
El suelo ideal para el cultivo de las patatas es uno ligeramente ácido (con un pH entre 5 y 6) y que retenga bien la humedad, aunque crece en muchas clases de suelo diferentes. Si queremos preparar bien el suelo para sembrar las patatas, es imprescindible abonarlo el otoño anterior a la siembra con estiércol o compuesto.
La siembra de las patatas:
Antes de su plantación, se les sacan yemas o brotes pequeños. Lo haremos colocándolas en una sola capa en bandejas en interior, con el extremo que tenga más ojos hacia arriba, para que los brotes comiencen a crecer. Este procedimiento tarda más o menos 6 semanas. Las patatas muy tempranas no deben ser sembradas hasta un mes antes de la última helada prevista.
Cavaremos una zanja de 10-12 centímetros de profundidad y pondremos las patatas de modo que la parte con más brotes esté mirando hacia arriba, y después las cubriremos con tierra (debe existir una separación de 30 centímetros entre ellas, y una distancia de 60 centímetros entre cada hilera). Plantaremos las tempranas y las de cultivo principal a partir de mediados de la primavera, situándolas un poco más separadas que las tempranas, a unos 38 centímetros, en hileras con un espacio de 75 centímetros entre sí. También es posible emplear un procedimiento que no requiere trabajos de cava: poner las patatas sobre la superficie de depresiones con poca profundidad y abonarlas con una gruesa capa de compuesto, recortes de hierbas u hojas. A pesar de que esto parezca una forma descuidada de cultivar las patatas, funciona.
Cuidados del día a día:
Cuando el follaje de las plantas llegue a los 30 centímetros de altura procederemos a aporcar las plantas, apilando con cuidado la tierra alrededor de los tallos con una azada; de este modo evitaremos que los tubérculos que se encuentran cerca de la superficie se pongan verdes. Si estamos utilizando el método de no cavar, pondremos abono y paja cuando se requiera.
Regaremos abundantemente cada 2 semanas.
Producción en la recolección y cosecha de las patatas:
Por cada hilera de 3 metros tendremos de 6 a 10 kilos de patatas. Las cosechas más tempranas pueden ser recolectadas cuando las flores comienzan a abrirse, en cambio, las más tardías se podrán recolectar una vez el tallo y las hojas hayan muerto.
Guardaremos las patatas en un sitio oscuro y seco, para evitar que se pongan verdes.
Enfermedades y plagas de las patatas:
La peor plaga que ataca a las patatas es la anguílula, y un modo de evitar que esta plaga infecte a nuestros cultivos es hacer una rotación de las cosechas.
Puede que el mildiu se presente en veranos fríos y húmedos. Si en el sitio donde vamos a cultivar las patatas es frecuente este hongo, será mejor elegir variedades que sean resistentes a esta plaga.
Variedades más cultivadas por los horticultores:
Muy tempranas:
“Epicure”: Es una variedad muy tradicional que aguanta las heladas pero es muy afectada por el mildiu.
“Concorde”: Sus tubérculos tienen forma ovalada, su pulpa es de color amarillo pálido y tienen un excelente sabor.
Tempranas:
“Estima”: Es una variedad que resiste a la sequía, al mildiu y a las babosas. Su color es amarillo, su pulpa es un poco cerosa y son excelentes para su uso en la cocina.
“Wilja”: Sus cosechas son abundantes y son muy buenas para elaborar ensaladas. Variedad resistente al mildiu.
De cosecha principal:
“Navan”: Variedad harinosa, cuya pulpa es firme y resistente a la plaga de la anguílula.
“Desirée”: Variedad con forma ovalada. Su piel es de color rojo y es excelente para freír y asar.
“Pink Fir Apple”: Esta variedad tiene el sabor de la patata nueva y es exquisita en las ensaladas, pero no madura hasta mediados del otoño.